¿Sabías que el microcuento más corto tan sólo tiene siete palabras? Pertenece a un escritor hondureño de relatos breves que fue muy famoso, llamado Augusto Monterroso.Su famoso micro-relato dice así:«Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí».
Los microrelatos o microcuentos breves son textos que narran historias de una forma muy condensada, y aunque no existe una regla concreta que determine su número exacto de líneas, se caracterizan por tener una extensión muy breve de poquísimas, o tan sólo una única línea. En nuestro espacio encontrarán microcuentos, con los cuales esperamos que puedan disfrutar de esta sencillez, ritmo y rapidez, que nos proporcionan las historias en formato micro, y que podrán leer en mucho menos de un minuto.
MICROCUENTO: "EL NIÑO MANUEL".
Ay, qué fuerte…
¡Qué fuerte gritaba el niño Manuel!
Al pobre, con menos de un año…
¡Ya le había salido la nuez!
MICROCUENTO: "EL MAGO DE LOS DESEOS".
«Quisiera ser libre como el viento, y moverme como las hojas acariciadas al sol», exclamó una inocente y joven niña, ajena a que sus deseos escuchados habían sido, por un mago obediente y muy trabajador. Y así, poco a poco, los cabellos de la joven en ramas secas convirtió.
MICROCUENTO: "EL ACEBO Y EL GORRIÓN".
«Miles de kilómetros recorrió un pequeño gorrión, para posarse sobre la rama de acebo más bella del mundo.Y sobre ella, esperó y esperó al amor verdadero, el romántico gorrión.»
MICROCUENTO: "EL VIENTO".
“De vez en cuando Eolo, el viento, acariciaba a los niños con su feroz aliento, emborrachándoles de ataques de risa y sueños…”
MICROCUENTO: "LA NAVIDAD".
El niño de los pies descalzos observaba la Navidad, con toda su gente apresurándose entre las calles. Percibía sus rostros coléricos y nerviosos, mientras pisoteaban y empujaban a los descalzos con sus regalos. Entonces, fue consciente de la pobreza de aquella gente. Retiró el cestito, se sonrió, y se deseó la mejor de las navidades posibles.
MICROCUENTO: "LA SOBERBIA".
« ¡Tengo la habitación más triste del mundo!» –Espetó la niña llorosa en su enorme cuarto lleno de innumerables juguetes…Y la soberbia se la comió.
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